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Poesia

Qué es para mí la Luna

La Luna sella el frío, canta la nana del niño gitano,

la Luna es el marco de la elegia de la vida nocturna,

vino a la fragua con su polisón de nardos,

acompañando a la mirada inocente,

y al Lorca revolucionario,

tiene altas miras de frescor tranquilo

en noches estrelladas,

acompasando el teatro de la comedia y la farsa,

para que de día decidamos.

Es un estrato de níquel y otros metales nobles,

en el sueño de Morfeo,

una Luna esfinge de plata que se contornea con el Sol

en los dilatados eclipses formando un tándem de amor.

Que cubre los ciclos de vida.

La dueña de las mareas,

de la biología de la mujer,

es un totem ancestral

que adjunta mis lecturas a la libertad de crear.

Inteligencia, femenina, como la Tierra Pachamama y el mar;

si no fuera por ella,

no sería singular.

Me recreo en sus atisbos de sonrisas conchabadas

de los amigos en la playa,

de parques desdibujados por el rocío de la mañana

al despertar de su cénit.

Leo y releo alguna noche,

sintiendo en mis venas

a la hija de Hicarión y de Tea,

titanes majestuosos en la diatriba mitológica helenística;

como vetando al deseo,

al ego dispersante,

y enconadamente me hace luchar,

un dia cualquiera frente a la fuente madre,

en el universo multiversal.

Su luz activa mi mente

para aprender y pensar.

No la miréis con desdén

en noches de insomnio,

acariciad su estela fugaz de vida en letanía,

pues ella, quizá, responda preguntas en vuestro desvelo.

Su cara oculta es un misterio

que no quiero descifrar,

he escrito poesías en su honor,

mayestática veleidad, sincera por lo demás.

Pero lo que acierto a descrifrar es que

amo el frenético rescate

de su luz en propiedad

para mecerme en su manto

de paz y silencio perspicaz.

La lunática luna llena

me conmueve, al igual que a los nacidos en su mes estelar.

Los licántropos de la entropía del conocimiento avezado

la saludamos cada vez que la vemos por la ventana

intentándonos besar.

Dentro de la sustancia de la materia

en entornos concretos.

Luna, Luna, Luna,

ay, de amores me constriñes, o me expandes,

de los compañeros afines me adviertes,

que duermen sin recordarte hasta que les vuelves a ver,

de las épocas de tristeza me relajas.

Luna del alba.

Luna metódica.

Por marisa12domenechcastillo

He sido activista política comprometida desde 2009 y bloguera desde 2014. Recientemente he realizado mis primeras incursiones como youtuber.

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