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Miscelanea vitalista

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Estelada de oquedades

donde resurgió el pasado,

no siempre eres hado,

ni siquiera azarosa vida,

pues hubo un principio de filantropía,

niñez jamás truncada.

Hierve el mar en calentura

cuando repaso mi sorpaso,

desde la calidad y la ternura, a pesar de todo.

A pesar de todo fuiste madre, mi diosa de la fortuna,

mi dios teísta y mi apoplejía de infinitesimales décimas febriles.

A pesar de todo y de nada,

los rencores se enterraron

en un bodegón de naturaleza muerta

en la que crece la hojarasca

y de un tiempo a esta parte

de ciclogénesis engañosa;

todavía veo los árboles, las ardillas y gaviotas

otear desde allá arriba o abajo en suelo yermo,

mis dilemas sin destemplarse.

Porque río soy, tierra piso, tenedurías economicistas

mes a mes donde no malvivo.

A pesar de todo, mi madre será la ciencia y la literatura,

en connivencia con la filosofía,

psicología en mano, porque aprietas cada tarde

en mis horas de gimnasio y también de biblioteca.

Quien sueña tan solo pesadillas

y las recrea en su vigilia

no puede observar al Sol,

ni a las nubes y avecillas.

Siempre buscaré adentro,

entrañas fibrosas plenas de ejercicios,

distractores internos y externas me esperan

por aquellos caminos polvorientos

de un futuro organizado

según el libre albedrío me lleve,

según mis capacidades que miran estrellas y oquedades,

desde donde rellenar los escasos tiempos muertos.

Por marisa12domenechcastillo

He sido activista política comprometida desde 2009 y bloguera desde 2014. Recientemente he realizado mis primeras incursiones como youtuber.

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